¿Por qué llevar a los niños a contramarcha?

Por Ángela

Si alguna vez has tenido la oportunidad de visitar Suecia, de seguro, has notado que los niños viajan a contramarcha aun cuando superan los seis años de edad. No en vano son el país, de toda Europa, con la menor tasa de mortalidad infantil por accidente de tránsito.

Estadísticamente hablando, está demostrado que viajar en contramarcha es cinco veces más seguro que ir a favor del tránsito del vehículo. Son simples leyes físicas y más adelante hablaremos sobre ellas.

Además, y pese a las legislaciones y normativas, los niños deben viajar a contramarcha el mayor tiempo posible.

Si tienes dudas sobre cómo usar la sillita de tu bebé en el coche, o la manera más segura de salir a pasear con tu hijo, puede que este post te resulte esclarecedor.

Silla a contramarcha qué es

La forma más segura para que un bebé viaje en coche es, sin lugar a dudas, a contramarcha, o sea de espaldas al sentido del tráfico y, de preferencia, en la parte central del asiento trasero (en automóviles de 5 plazas).

En teoría y la práctica, el espacio de menor riesgo en caso de colisiones frontales, laterales o de alcance (un siniestro por alcance ocurre cuando un vehículo, por circular a mayor velocidad que otro, en un momento dado, impacta en su parte trasera a otra unidad).

De esta manera, las sillas a contramarcha son un Sistema de Retención Infantil (SIR) que se puede ajustar, a la butaca del coche, de manera que el bebé o niño se mantenga mirando el respaldar del asiento. Para ello, están equipadas con un mecanismo de sujeción de 3 puntos (cinturón de seguridad) o ISOFIX.

El sistema ISOFIX es un mecanismo de fijación que permite ajustar la silla al coche de forma rápida e intuitiva. Es más fácil de usar que el anclaje por 3 puntos del cinturón de seguridad y su diseño es estándar, prácticamente es igual en todos los vehículos y, desde el 2014, cualquier coche ensamblado en Europa lo lleva, aunque algunas escuderías lo usan desde el 2004.

Con respecto a la edad máxima en que los niños deben viajar a contramarcha, en Europa las normas son realmente flexibles y no corresponden con lo sugerido por los expertos. Para comenzar, hay que entender existen dos normativas de seguridad para las sillas de coche: la ECE R44/04 o la i-Size.

En el primero de los casos, la ECE R44/04, sostiene que el infante debe viajar a contramarcha hasta alcanzar los 9 kilogramos de peso. Mientras que con la normativa i-Size es hasta los 15 meses o 75 centímetros de altura. Dependiendo del tipo de silla, pueden tener una u otra homologación (casi siempre visible en una etiqueta de color naranja).

Lo que jamás se debe hacer es adquirir una silla no homologada o con un valor pírrico. Lo barato, sale caro y la calidad de los materiales juega un papel crucial en los posibles desenlaces de un accidente de tránsito.

En cuanto a lo que dicen los expertos, es prudente mantener al niño sentado a contramarcha dentro del coche hasta los 4 años y superada esa edad, requieren de un elevador, hasta alcanzar el metro y medio.

Por qué silla a contramarcha

De acuerdo a los expertos, y basados en varios estudios de impacto, la cabeza de un bebé representa entre 20 y 30% de su peso corporal (en los adultos no supera el 8%) y los huesos de su cuello no están osificados, por lo que no pueden resistir la inercia generada en un impacto frontal.

Si el niño viaja en contramarcha, su cuerpo, en caso de colisión, no se sacude hacia adelante, sino que es absorbido por el acolchado de la sillita, lo que reduce considerablemente las posibilidades de lesiones.

Es algo de lógica o mejor dicho de física. En una colisión frontal, un niño que viaja a favor de la marcha, es propulsado, con la fuerza de un misil, hacia adelante, pero su cuerpo se mantiene sujeto por los arneses o cinturón de seguridad, mientras que su cabeza recibe una gran sacudida.

Algo muy similar puede ocurrir en una colisión lateral (de ahí la importancia de que el bebé esté ubicado en la parte central de los asientos traseros y no cerca de las puertas para impedir otro tipo de lesiones (como las producidas por el impacto, los vidrios o bolsas de aire).

En conclusión, en caso de colisiones frontal o lateral, las sillas a contramarcha pueden impedir una desgracia. Se habla de hasta un 80% menos riesgo de lesiones y en el caso de los siniestros por aproximación (por la parte trasera) un estudio hecho por la Universidad de Ohio y el Centro de Estudios de Prevención de Lesiones Infantiles de los Estados Unidos, demostró que las sillas a contramarcha siguen siendo la mejor opción.

Cuando nuestro vehículo es embestido, por detrás por otro coche, se genera una fuerza de aceleración hacia adelante (o sea acorde al sentido de la marcha) por lo que la sacudida es menor.

Aparte, las colisiones traseras suelen ocurrir en menor frecuencia y, por lo general, la velocidad de los vehículos involucrados suele ser menor.

Sillas a contramarcha y la mejora en seguridad

Las primeras sillitas para coches, ni tan siquiera eran sillas. Cuando Carl Benz patento el primer automóvil, manejar no era nada fácil. Pese a que no había muchos vehículos, poner uno en marcha era una misión titánica que requería de toda la atención del chofer.

En tal sentido, las primeras sillitas de bebé, eran sacos. Si -como lo lees- antiguamente los niños eran introducidos en bolsas que a su vez iban atadas al vehículo. En ese momento, más que la seguridad del niño, se procuraba la concentración del chofer, por lo que llevar un pequeño a bordo no era buen plan.

Tiempo después, para 1930, se creó la primera sillita para coches, pero no era cómoda o segura. Más que el bienestar del pequeño, buscaban la comodidad del resto de los ocupantes.

Y, no fue sino hasta 1960, que un diseñador suizo hizo la primera sillita de bebés basada en la protección del niño. Su invento no tuvo el éxito deseado y, debió moverse alrededor del mundo, para que la seguridad infantil en los vehículos se tomara como prioritario.

En la actualidad, las sillas para bebés, al menos las de buena calidad, incorporan diseños y materiales propicios para reducir las lesiones, sin dejar a un lado la comodidad del pequeño. Son ligeras, prácticas, muchas se pueden limpiar con extrema facilidad y se adaptan al tamaño o edad del pequeño.

Clasificación de las sillas infantiles por edad y peso

Al momento de adquirir una silla para el coche, es crucial saber los modelos existentes y cuál resulta mejor para nuestro hijo.

Como ya sabemos, existen distintos tipos de homologaciones. En el caso de la normativa ECE 44/04, las sillas se clasifican de acuerdo al peso del pequeño. De esta manera se pueden conseguir:

  • Grupo 0: de 0 a 10 kilos (entre 0 y 12 meses).
  • Grupo 0+: de 0 a 13 kilos (entre 0 y 18 meses).
  • Grupo I: de 9 a 18 kilos (entre 9 meses y 3 años).
  • Grupo II: de 15 a 25 kilos (entre 3 y 6 años).
  • Grupo III: de 22 a 36 kilos (entre 5 y 12 años).

Por otro lado, las sillas con homologación R-129 (también conocida bajo el nombre de i-Size) están sujetas al tamaño del pequeño. Por lo que solo existen dos rangos: de 45 a 70 centímetros de estatura y de 75 a 105 centímetros de estatura.

Sillas a contramarcha problemas

Las sillas con anclaje ISOFIX reducen considerablemente las posibilidades de hacer una instalación inadecuada. Si tu vehículo te lo permite, compra siempre sillas con este sistema de sujeción.

En cuanto al equipamiento de sujeción con cinturón de seguridad, es imperioso que sea de 3 puntos o de lo contrario, poner la silla dentro del coche solo será una mera molestia, más que un instrumento de seguridad para nuestro pequeño.

Finalmente, existe la posibilidad de que el niño se sienta algo agobiado por viajar en contramarcha. Al no tener contacto visual con sus progenitores o resto de los acompañantes puede que se fastidie, pero eso se soluciona con algunos juguetes.

Es importante subrayar que las sillas a contramarcha se deben instalar con el respaldar en un punto medio (ni recta, ni completamente horizontal). También, el bebé debe ir bien sujeto con los arneses de seguridad, para así evitar la temida asfixia postular o posicional que ocurre cuando el niño queda dormido con todo su peso hacia delante y la caja torácica no logra expandirse.

Está claro que la seguridad de tu hijo es un tema que te importa y has decidido buscar información para conseguir la mejor alternativa. Esperamos que este artículo te sea de gran ayuda.

 

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